viernes, 30 de abril de 2010

Pello Martín Zabaleta: Odola / Sangre

 .
Zapaltzen  gaituzte mahatsa bezala,
gorritu zaizkie jantziak
gure odolarekin,
tolaretik datorren ardoak
mahaskaria zikintzen duen bezala.
(Al exprimirnos, como a uva
se les enrojeció con nuestra sangre
sus vestimentas de oropel
como se le enrojeció al bodeguero
con el vino que sale del lagar.)

Baina,
guk edango dugu gure ardoa
handik mozkortzeraino
botagurea amorruz egiteraino.
(Mas
nosotros soplaremos vino
vino hasta emborracharnos
hasta vomitar vino.)

Eta
botatzerakoan botako diegu gorrfi
aurpegia gorritzeraino
amorruz egositako gure ardoa.
(Y
cuando devolvamos el vino
que hirvió de rabia,
para ensangretar sus caras será rojo.)

Eta
erreko zaizkie begiak eta jantziak
azpian itotzeraino
zapalduen gure odolarekin.
(Y
debajo de nuestra sangre de oprimidos
hasta asfixiarlos
se les quemarán sus ropas y sus ojos.)

-
(Del poemario "Antología Poética Vasca" (1) -Frankismoaren biktimei eta askatasunaren aldeko borrokariei omenaldia-", páginas 322, 323; Ediciones Vanguardia Obrera, S.A. //ya desaparecida//; calle Libertad, 7 tercero-derecha, Madrid 1987; traducción al castellano del 'Colectivo Homenaje'; ISBN: 84-96293-38-3; D.L.: M-11182-1987; imprime: Gráficas Maluar, Sdad. Coop. Ltda)
(1) Antología dentro del 'Homenaje a las Víctimas del Franquismo y a los Luchadores por la Libertad'

lunes, 12 de abril de 2010

José Francisco de Isla: Un lugar ignorado por Tolomeo (*)

Primera parte. Libro I. Capítulo I: Patria, nacimiento y primera educación de Fray Gerundio

Campazas es un lugar de que no hizo mención Tolomeo en sus cartas geográficas, porque verosímilmente no tuvo noticia de él, y es que se fundó como mil y docientos años después de la muerte de este insigne geógrafo, como consta de un instrumento antiguo que se conserva en el famoso archivo de Cotanes. Su situación es en la provincia de Campos, entre poniente y septentrión, mirando derechamente hacia éste, por aquella parte que se opone al Mediodía. No es Campazas ciertamente de las poblaciones más nombradas, ni tampoco de las más numerosas de Castilla la Vieja, pero pudiera serlo; y no es culpa suya que no sea tan grande como Madrid, París, Londres y Constantinopla, siendo cosa averiguada que por cualquiera de las cuatro partes pudiera extenderse hasta diez y doce leguas, sin embarazo alguno. Y si, como sus celebérrimos fundadores (cuyo nombre no se sabe) se contentaron con levantar en ella veinte o treinta chozas, que llamaron casas por mal nombre, hubieran querido edificar doscientos mil suntuosos palacios con sus torres y chapiteles, con plazas, fuentes, obeliscos y otros edificios públicos, sin duda sería hoy la mayor ciudad del mundo. Bien sé lo que dice cierto crítico moderno, que esto no pudiera ser, por cuanto a una legua de distancia corre de Norte a Poniente el río grande, y era preciso que por esta parte se cortase la población. Pero sobre que era cosa muy fácil chupar con esponjas toda el agua del río, como dice un viajero francés que se usa en el Indostán y en el gran Cairo; o cuando menos, se pudiera extraer con la máquina neumática todo el aire y cuerpecillos extraños que se mezclan en el agua, y entonces apenas quedaría en todo el río la bastante para llenar una vinagrera, como a cada paso lo experimentan con el Rin y con el Ródano los filósofos modernos, ¿qué inconveniente tendría que corriese el río grande por medio de la ciudad de Campazas, dividiéndola en dos mitades? ¿No lo hace así el Támesis con Londres, el Moldava con Praga, el Spree con Berlín, el Elba con Dresde y el Tíber con Roma, sin que por esto pierdan nada estas ciudades? Pero al fin los ilustres fundadores de Campazas no se quisieron meter en estos dibujos y, por las razones que ellos se sabrían, se contentaron con levantar en aquel sitio como hasta unas treinta chozas (según la opinión que se tiene por más cierta) con sus cobertizos, o techumbres de paja a modo de cucuruchos, que hacen un punto de vista el más delicioso del mundo.

(*) El título se lo hemos puesto nosotros

(De la obra de José Francisco de Isla, más conocido como el Padre Isla,
'Fray Gerundio de Campazas')

martes, 9 de marzo de 2010

Rubén Darío Lotero (*): Bordearé tu recuerdo

Bordearé tu recuerdo

como una canoa

que se desliza por la orilla

buscando un lugarcito

donde detenerse.


(*) Poeta colombiano
__________

Poesía Libre. Revista de Poesía. Ministerio de Cultura, Managua (Nicaragua) Año VI. Número 16, abril de 1986.


Responsable: Julio Valle-Castillo


Consejo Editorial:

Carlos Calero (Monimbó); Juan Ramón Falcón (Condega); Marvin Ríos (Niquinohomo); Cony Pacheco (Subtiava); Gonzalo Martínez (Bluefields); Gerardo Gadea (Ejército Popular Sandinista)

martes, 23 de febrero de 2010

Cintio Vitier: Mundo

El heroismo es la sustancia del hombre,
la sustancia del hombre es sufrir con los hombres.
El heroismo no es otra cosa que saber
que la indecible soledad es la comunidad inmensa
de los vivos y los muertos, todos vivos e insomnes.
Y todos seremos héroes, ya no hay escapatoria,
héroes del callar o del decir, del saber, o el no saber,
de creer o el no creer, del negar o el afirmar.
Hérores sobre todo del desgarramiento,
del centro de la cruz, del batallar de los contrarios.
Y con nosotros héroes los árboles, las nubes,
los astros y los animales, héroe la yerba, el polvo héroe,
toda la naturaleza levantada como un hombre,
y cada hombre en todos aceptando
la horrenda gloria del ser, la indescrptible comunión.



6 de diciembre de1 960

___________
Poesía Libre. Revista de Poesía. Ministerio de Cultura, Managua (Nicaragua) Año V. Número 15, diciembre de 1985.

Responsable: Julio Valle-Castillo

Consejo Editorial:
Carlos Calero (Monimbó); Juan Ramón Falcón (Condega); Marvin Ríos (Niquinohomo); Cony Pacheco (Subtiava); Gonzalo Martínez (Bluefields); Gerardo Gadea (Ejército Popular Sandinista)

jueves, 28 de enero de 2010

René Depestre: Ralentizar, obras nocturnas en la bahía de Nueva York

homenaje, recuerdo y reconocimiento al martirizado pueblo haitiano que nos legó su rebeldía contra los esclavizadores y triunfó encabezado por sus jefes esclavos como él; homenaje, recuerdo y reconocimiento en uno de sus hijos, el poeta René Depestre)

+

La casa propia haitiana y la casa ajena,

americana y potente, juntas alumbran

mi travesía de la rosa fervorosa de los vientos.

La barbarie de los tiempos ya no me espanta.

La libertad, estrecha en su jaula de hierro,

baja a prestar su sortilegio a la noche en vela

del poeta que trabaja en la bahía de Nueva York.

La estatua neoyorquina es huésped conmovida

de mis manos de alfarero: alegre y grave

bajo mis caricias de animal marino, el hada

de la pasta se abre a mi periscopio maravillado.

Mi cabeza detectora sitia su cuerpo de sirena:

metal caliente bajo el júbilo de mi honda,

eje húmedo y tierno, entre risas mudamos

la piel en la puerta donde renace la libertad.

*
 
(tomado de la red)

martes, 10 de noviembre de 2009

José Mª Amigo Zamorano: Recordando a Eusebio García Luengo

Al recortarnos el bigote ante el espejo, un bigote blanco, nada simétrico, porque por una parte caen los pelos sumisos y por la otra se encrespan rebeldes; al recortarnos el bigote, decimos, nos hemos acordado del viejo escritor García Luengo (D. Eusebio) ¿Por qué? Bueno, porque tenía una barba de varios días que durante toda su vida se recortó él, sin que nunca fuera al barbero; Porque tenía una barba también insumisa; porque conversamos, aquí, en Las Navas del Marqués, durante más de 15 años, todos los veranos; porque sus charlas, sus palabras, sus observaciones, sus recuerdos, desembocaron, por nuestra parte, en amistad, en querencia; porque nos acordamos de él...

(Aquí hacemos un aparte; ¿nos consideraba don Eusebio García Luengo sus amigos?... No sabríamos afirmar que fuera recíproca esa amistad; aunque esto necesitaría algunas palabras mas por añadidura; veamos: nunca mostró un rechazo, la menor animadversión, ningún atisbo de malquerencia hacia nosotros, pero, a la edad que lo conocimos, ya con 80 años, alejado de la vida literaria y después de haber luchado tanto, vivido tanto, haber conocido a tantas personas, ser de verbo fácil, pues le gustaba hablar... no podríamos asegurar asegurar, rotundamente, que nos tuviera por amigos... sería muy arriesgado declararlo. Creemos que si. Y muestras contrarias no tenemos. Pero, como hijos de campesinos, tímidos como el propio D. Eusebio y rencos además, que se le va a hacer la culpa fue de la poliomielitis, somos desconfiados. Y de todas maneras ya no lo podremos averiguar si nos tenía por amigos, no podremos preguntárselo pues murió en el 2003 a los 93 años de edad. Dulcemente, al parecer. En la cama, de su casa de la calle Ibiza de Madrid. Y además hubiéra sido inútil, pues tenía tantas conchas o más que los galápagos, y como él decía, era tan cobarde que para no tener un enemigo más, se habría envuelto en palabras de las que no se iba a salir nunca, ¡jamás!, lo asediaras por donde lo asediases. Sin embargo, alguna consideración si que debió de tener con nosotros, aunque solo fuera porque le hicimos varios homenajes, uno con categoría de nacional, a su labor literaria y nunca, jamás, mostró rechazo alguno a estos propósitos nuestros.

Como él decía, lo dimos a conocer.
.
-Me has hecho popular.
.
En esas palabras había cierta verdad y mucha ironía, ya que estaba harto de que lo conocieran. En toda España. Pero, si, efectivamente, lo presentamos ante un numeroso público de veraneantes y gentes naveras, quienes, sorprendidos, descubrían que bajo la apariencia de un mendigo se escondía un hombre sabio, culto, de conversación agradable y fluida, sugestiva y atrayente.

Decíamos, apariencia de mendigo, o vagabundo, o pordiosero... Y si, la tenía. Cuerpo delgado, encorbado, con cayado, cara amojamada, con barba de varios días, cada pelo por su parte, cabello blanco, gorra de plato, ropas demasiado amplias, como de prestado, unos zapatos largos, desgastados, sin lustrar, demasiado grandes para él, quizás. Todo llevaba a la conclusión de que estábamos ante un pobre de solemnidad. Si a eso le añadimos las manchas en la pechera, o en otras partes del cuerpo, corroboraba aun más esa primera impresión. Hasta él nos dijo que, una vez, le dieron unas monedas como limosna. Y como viera que por mucha explicación que les dio los que depositaron la limosna no parecían escucharlo... se guardó 'las perras' y siguió andando.

Esa apariencia de mendigo, o vagabundo, o desarrapado, o... o también marginado, desvalido, débil, indefenso... llevaba a ciertas personas a acercase a él con ánimo conmiserativo. Nos contaba, al respecto, que, la calle Ibiza, donde tenía su residencia habitual, tiene un bulevard al que acudía muy a menudo sentándose, muchos ratos, en los bancos de ese paseo. A gastar el tiempo y a ver 'pasar al personal, como dicen en Madrid'. Explicaba sus numerosos paseos por la calle porque padecía de claustrofobia...
Bueno, sigamos con lo que les queríamos contar: se dio cuenta de que hacía varios días una señora, al pasar cerca del banco donde estaba sentado, lo miraba con cierto interés. Y ya, un día, se acercó interesándose por él: que de dónde era, que si se encontraba solo, que si necesitaba ayuda... D. Eusebio García Luengo, muy amable, le contestó que no, que no se encontraba solo, que vivía con un hijo y que más allá, y don Eusebio le señaló en una dirección de la calle Ibiza, vivía otro hijo, que no, que no era madrileño, que era de Puebla de Alcocer, un pueblo extremeño de la provincia de Badajoz, pero que llevaba viviendo en Madrid muchísimos años.

-Y vivo, ahí, en frente. Ahí vivo. Ahí tiene usted su casa, señora. Verá usted, si salgo fuera, a la calle, si me ve usted, aquí, tan a menudo, es porque padezco de claustrofobia.

La señora lo miró e hizo un gesto extraño.

-¿Padece usted de claustrofobia?...
.
-Si, señora. Soy claustrofóbico
.
La señora se fue separando poco a poco del escritor y...
.
-'Juyó'. 'Juyó' como alma que lleva el diablo... -nos decía Don Eusebio- ¿Qué pensaría esa buena mujer acerca de la 'claustrofobia?... Y si, reconozco 'mi torpe aliño indumentario', dicho con palabras de Machado (D. Antonio) Pero... solo ahora; antes... antes yo era muy elegante, distinguido y señorito. Modesto, pero señorito.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Fanny Rubio Gamez en Caminar Conociendo

Tomado de:

http://www.catedramdelibes.com/archivos/001238.html

Fanny RUBIO GAMEZ

Nació en 1949 en Linares (Jaén). Doctora en Filología Románica, ha sido profesora en la Universidad de Granada y en la Universidad Complutense de Madrid. Además de escritora, como excelente estudiosa de la literatura se ha dedicado fundamentalmente a la poesía española contemporánea y ha publicado antologías como Poesía española contemporánea, estudios (Las revistas poéticas españolas (1939-1975), por ejemplo) y también artículos en prestigiosas revistas científicas (Ínsula, Revista de Occidente, Cuadernos hispanoamericanos, etc.). En el campo de la creación literaria, ha cultivado la poesía, la novela y el cuento, obteniendo en todos los géneros una buena acogida por parte de la crítica y los lectores. Actualmente es, desde el año 2006, la directora del Instituto Cervantes en Roma.

-POESÍA
Primeros poemas (1966).
Acribillado amor (incluido en el libro colectivo Poemas) (1970).
Retracciones (1979).
Reverso (1988).
Retracciones y reverso (1989).
Dresde (1990).
En Re menor (1990).

-NARRATIVA
"A Madrid por capricho" (publicado como libro) (1988). Relato.
La sal del chocolate (1992). Novela.
"Ja-Li" (en la revista Caminar conociendo, Las Navas del Marqués - Avila) (1993). Relato.
La casa del halcón (1995). Novela.
"Vertical" (incluido en las antologías de relatos El libro negro de Madrid, 1995, y Mujeres al alba, 1999). Relato.
El dios dormido (1998). Novela.
"Clara se moja por primera vez" (publicado en el diario El Mundo) (1998). Relato.
"Una razón de amor" (incluido en la antología de relatos Vidas de mujer) (1998). Relato.
"La Brisa" (incluido en la antología de relatos De Madrid al cielo) (2000). Relato.
El hijo del aire (2001). Novela.
"¡Goool!" (incluido en la antología de relatos La risa y la sonrisa) (2001). Relato.
Fuegos de invierno bajo los puentes de Madrid (2006). Libro de relatos.


1967: Premio "Ciudad de Jaen" con Primeros poemas.
1970: Premio de Poesía Universidad Complutense con Acribillado amor
2007: Premio Ideal de Cultura por su trayectoria como escritora.

VUELVE EL MIRAR

Vuelve el mirar a la ciudad marina: Sus columnas tendidas del crepúsculo, sus niños en el patio de butacas, en círculo su mar, aliento húmedo del soportal en el poniente.

Vuelve el mirar, ya en el límite azul del tiempo huido, al manso arrullo que adivina el sueño. Vuelve tu voz a la memoria, la dulce lengua de templado fuego

y en el cristal del amoroso lance ("plastificamos en el acto") vuelve nuestro perfil hacia la calle del Verdigón, atados a la luz a mano armada.

(De Retracciones)


VENUS DORMIDA (II)

Sabes, amor, el fuste a veces falla.
La moldura derecha queda un poquito baja.
No lograré sobreponerme delante del desfile.

Intenta por lo menos
que las abrazaderas se mantengan,
-sabes amor- que parezca la grava
arena de los mares
y este toral un "locus amoenus".

Estaremos tranquilos así, mientras asiste la inspección.

Y es que, ocurre, mi amor, que estos diez dedos
no están para manitas
ni este pinchazo pectoral va a poder entonar el "Misa est".
Mejor pensamos la Elegía.

No obstante, aunque la cosa es más bien chunga,
haré lo subjuntivo porque esta gárgola responda,
por lo menos, hasta el yogourt,
porque, por algo, amor, estamos a la última.

(De Dresde)

Mientras tanto, Alejandra se había ofrecido en aquellos meses de parón laboral en la revista Ajoblanco como "investigadora para casos difíciles", y apenas logró una oferta en "detectives matrimoniales". En horas de baja autoestima, dada su pésima experiencia con los hombres, se preguntaba por qué no transformar el anuncio de "investigadora" por el de "psicóloga para polvos difíciles".
Cuando una voz de hombre la llamó por teléfono y remitió al anuncio de la revista Ajoblanco, Tena creyó que era Ciro diciendo "te añoro" cuando lo que pronunció el comunicante fue "señora".
-Ciro.
-Perdone, señora, me ha confundío -manifestó un hombre de fuerte acento nerudiano-. He visto su anuncio y veo que vive cerca de donde estoy yo. La llamo porque tengo un conflicto vital.
-Cobro cinco mil por hora, como un profesor de medio pelo. ¿Se encuentra mal?
-No necesito médico.
-¿Ni puta?
-Por favor, señora, necesito a un profesional como usted. El mío es un caso difícil que me tiene comía la salud.
-De acuerdo. ¿Dónde quedamos?
-En la gasolinera de Galapagar, cerca no hay bares, ¿en una hora?, por favor.
El hombre parecía el típico macho con la bragueta preparada con el ahora o nunca.
-Tan rápido es diez mil. Usted me parte la tarde, sépalo.
Alejandra introdujo en el bolso un aerosol de autodefensa y tomó el coche. En pocos minutos aparcó y tuvo enfrente al hombre. Calculó a media distancia su edad, aproximadamente cincuenta y tantos o más, aspecto de casado en crisis por las arrugas, o casado en viaje de trabajo, erotismo peliculero, caderonas, dificultades de respiración.
(De El hijo del aire, Barcelona, Planeta, 2001, pp. 157-158)


BRAVO, María Elena, "María Magdalena y la literatura. Reflexiones sobre El dios dormido de Fanny Rubio", en Monographic Review, núm. 19 (The "nueva novela histórica" in Hispanic Literature), 2003, pp. 28-48.

CAÑAS, Dionisio, "Heteromorfia poética y afirmación del sujeto posmoderno en Dresde, de Fanny Rubio", en Ínsula, núm. 546, 1992, pp. 24-25.

FERRADÁNS, Carmela, "Articulaciones urbanas en el discurso poético de Fanny Rubio", en Hispanófila, núm. 128, 2000 , pp. 37-48.

GALÁN, Soledad, "Fanny Rubio. La memoria de la desmemoria" (entrevista), en Meridiam, núm. 24, primer trimestre año 2002, pp. 6-12.

RUBIO, Fanny, “Escritura de El dios dormido”, Enrique Baena (coord.), Escribir mujer. Narradoras españolas hoy, Málaga, AEDILE, 2000, pp. 71-78.

RUIZ CALVENTE, María, "Una escritora española: Fanny Rubio (aproximación a su obra)", en Elucidario: Seminario bio-bibliográfico Manuel Caballero Venzalá, núm. 3, 2007, pp. 233-240
(disponible en http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2523187).

Página principal de la autora:
http://personal.telefonica.terra.es/web/fanny-rubio/
(contiene el cuento "Bab-Bujlud", perteneciente a Fuegos de invierno bajo los puentes de Madrid)
http://www.eltercernombre.es/code/getpdf.php?id=29
(fragmento de Fuegos de invierno bajo los puentes de Madrid)

Reseñas sobre sus textos:
http://www.elpais.com/articulo/cultura/RUBIO/_FANNY/realidad/hace/perder/vocabulario/elpepicul/19950520elpepicul_3/Tes/
(sobre La casa del halcón)
(sobre El hijo del aire)
(sobre Fuegos de invierno bajo los puentes de Madrid)