¿Acaso germinan de los labios de unas muchachas
las raíces del narciso tembloroso que se yergue al borde del arroyo?
¡Holla suavemente el prado que hunden tus pasos!
Quizá es ceniza de bellos rostros donde triunfó el brillo de tulipanes.
(*) Título nuestro
(1) Versión libérrima
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